León y el proceso de curtido e igualación de color

León y el proceso de curtido e igualación de color

¿Alguna vez te has preguntado sobre todo el proceso por el cual debe pasar tu bolso favorito para llegar a tus manos? 

¡Pues aquí te lo contamos! Te damos la bienvenida a nuestro primer blog.

La aventura empieza en León, Guanajuato, una ciudad fundada hace 447 años, que ha logrado posicionarse como una potencia en producción y comercialización de piel y calzado. Concentrando hoy en día el 70% de la producción nacional y representado el 40% del PIB de la ciudad.

Existen documentos gubernamentales oficiales que confirman que desde el año 1608 ya existía el oficio de zapatero.  

Foto: Emilio Jurado Lepp

La curtiduría en León vio su origen en el siglo XVII, cuando la ciudad aún era una Villa. Fue en las entrañas de la ciudad que los curtidores comenzaron a formar su gremio y a expandirse, para la década de 1700 la ciudad naciente ya contaba con 600 tenerías. La industria comenzaría a evolucionar y perfeccionarse a partir de que el jefe político Julián de Obregón hiciera llegar a curtidores de Puebla que enseñaron a los leoneses un proceso desarrollado por los franceses, el cual era conocido como “curtición al cromo”. Esta técnica fue un parte aguas, ya que la calidad del producto final mejoraría impresionantemente.

En la década de 1900 la industria se vería ampliamente beneficiada con la llegada de la energía eléctrica. 

La primera tenería en León que utilizo la electricidad para hacer sus procesos, fue “La Hormiga” hoy conocida como “El Siglo”.

Para el año 1910, la industria tuvo un receso en los avances de tecnología, por los inicios de la Revolución Mexicana. La ciudad se recuperó entre 1918 y 1923, cuando logró posicionar los productos de piel, principalmente zapatos, en distintas ciudades de la República Mexicana.

¡Así es, tuvieron que pasar 300 años para que pudieras sostener en tus manos uno de tus accesorios favoritos!

Algunas personas han escrito acerca de la historia de la curtiduría, tal es el caso de Rodolfo Herrera Pérez en su investigación historiográfica "León en la Piel, Estampas de nuestra curtiduría en el tiempo" 
https://boletines.guanajuato.gob.mx/2023/02/28/presentan-el-libro-leon-en-la-piel-estampas-de-nuestra-curtiduria-en-el-tiempo/

Más adelante exploraremos sobre los procesos de curtido y la uniformidad del color en el producto final.

Nos encanta enseñarte sobre nuestros productos y sus orígenes. Y es que tanto a los curtidores como a los zapateros leoneses les ha tomado años perfeccionar este proceso, que más que una ciencia, es un arte. La razón de ser de Cristina Orozco, por la cual nos hemos distinguido en poner un empeño extra al proceso de selección de piel para ofrecer siempre a nuestras clientas la calidad que nos representa. 

Te invitamos a conocer nuestros productos hechos con el trabajo de artesanas indígenas de México y Latinoamérica con piel selecta y materiales de alta calidad.
https://www.cristinaorozco.mx/collections/all

El proceso:

1. Elección de pieles: Cada hoja debe tener un grosor y textura uniforme, una vez elegidas, las pieles se someten a procesos de limpieza y desengrase, esto con el fin de eliminar impurezas o cualquier elemento que esté adherido y pueda impedir la absorción del pigmento.

2. Aplicación del color base: Esto lo hacen normalmente con ayuda de un rodillo, el color generalmente es en tonos neutros inclinados en tonos claros, de esta manera será más fácil que el tono final se pigmente de manera más precisa.

3. Pintar con el tono deseado: Uno de nuestros favoritos por su forma artesanal. Dependiendo de la tonalidad que se busca, se van añadiendo los matices adicionales y se hacen las mezclas entre los colores primarios y secundarios. En este paso se utiliza la técnica del cepillado o de la esponja para lograr que el tono llegue a todas las partes de la hoja de la piel.

                             Imagen hojas de piel en tenería foto: archivo

4. Fijación de color: Ésta se logra a través de agentes químicos o procesos de calor controlado. Después, las pieles pasan al proceso de acabado: aquí se aplican productos químicos que suavizan, protegen y perfeccionan el aspecto de la piel. Posteriormente, como paso final se utilizan ceras y resinas que les otorgan brillo y durabilidad.

Pero la aventura no termina ahí, existen otros factores, que pueden alterar el proceso para igualar el color como:
  • La piel vacuna por naturaleza es muy porosa y tiende a absorber y distribuir el pigmento de color de manera desigual. Por eso, muchas veces nos encontramos con variaciones de tono en la piel tratándose de la misma hoja.
  • La edad del vacuno: Entre más joven, obtendremos una piel con mejor textura y mayor calidad. 
  • El entorno en el que vive puede generar que la calidad de la piel cambie drásticamente, así como su alimentación.
Estos pueden ser todo un reto para nuestros artesanos pero no dudamos de la capacidad y talento para lograr los mejores acabados.

El proceso de igualación de color es solo uno de los muchos recorridos por los que pasa la piel antes de convertirse en un chaleco, un zapato o una bolsa.

¿Te lo imaginabas?
 

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